El protocolo de la espuma

Heme aquí, en la nueva aventura. Hay algunas personas sorprendidas por lo aparentemente frívolo de la empresa. Asumen que si tengo ciertas tendencias espirituales eso de organizar una cata de cerveza artesanal como que no me pega. La verdad es que la propuesta me parece divertidísima. Tenía rato buscando algo que representara un reto y esta experiencia tiene todos los componentes; además de color, aroma, cuerpo, sabor y una antiquísima historia.

 La experiencia estética es más importante para el alma de lo que solemos considerar. Desde un punto de vista biológico, lo que nuestro cerebro está programado para entender como belleza va mucho más allá de algo que es “lindo”.  Ese concepto varía muchísimo de cultura en cultura. Nuestro cerebro ama el orden, la simetría y los patrones. Cada vez que nuestra materia gris percibe a través de nuestros sentidos un “algo” que integre estos tres factores, se interesa por ese “algo” y nos detenemos a contemplarlo, experimentarlo o sentirlo con interés, aunque conscientemente no podamos explicar por qué nos gusta lo que nos gusta.

Mientras más sentidos estén involucrados en una actividad, más provecho puede extraer nuestro cerebro de ella. Es algo que conocemos todos los que trabajamos como diseñadores de experiencias. En la organización de esta primera cata, mis secuaces y yo estamos poniendo especial cuidado en todos los detalles. Les aseguro que nos estamos divirtiendo bastante. Y aprendiendo mucho en el proceso.

Hay un montón consideraciones a tomar en cuenta. El mundo de lo artesanal es siempre amplio, estemos hablando de cerveza o de cualquier otro producto. Hay que decidir el lugar y el momento adecuado (andamos de cabeza consultando calendarios). De paso, el protocolo es muy estricto; ¿Cuánto podemos innovar dentro del esquema y qué debe permanecer inalterable? Si además, todas las actividades de la experiencia se diseñan bellamente (con orden, simetría y prestando atención a los patrones) pues más “alimenticio” resultará el momento para nuestros participantes.

Y entonces sí. Puede sonar un tanto extraño para algunos, pero estoy organizando una cata de cerveza para el primer trimestre del año 2016. Lo estoy haciendo en compañía de gente interesante, profesional y con muchas ganas de aprender. Lo estamos haciendo para gente que desee experimentar con todos los sentidos, probar cosas nuevas, divertirse y compartir un rato excepcional con otras personas. Además, seamos sinceros ¿A quién no le gusta una buena cerveza?